• Golpes made in USA | GrinGo!
lunes, 1 de diciembre de 2025 21:57

Entre 1982 y 2019, Washington participó directa o indirectamente en más de 350 intentos de golpes de Estado, de los cuales al menos 150 lograron su objetivo.

No se trató de coincidencias ni de errores de cálculo, sino de una política sistemática: una doctrina de intervención que convirtió a la CIA y al Departamento de Estado en arquitectos del caos global. Las operaciones incluyeron financiamiento a grupos armados, campañas de desestabilización y estrategias mediáticas destinadas a fabricar enemigos internos allí donde florecía un gobierno que no se alineaba con los intereses estadounidenses. 

En América Latina, los ejemplos sobran: desde el derrocamiento de Salvador Allende en Chile hasta los golpes en Honduras, Bolivia o Haití, pasando por la injerencia constante en Venezuela y Nicaragua. En Asia, Washington respaldó dictaduras militares bajo el pretexto de “detener el comunismo”, mientras en África desmanteló movimientos de liberación para asegurar el control de los recursos naturales. Detrás de cada discurso de “defensa de la democracia” se escondía un manual de operaciones encubiertas, escrito con dinero, sangre y mentiras. 

Hoy, ese modelo no ha desaparecido: solo se ha actualizado. Los drones reemplazaron a los marines, las fake news sustituyeron a los panfletos, y las sanciones económicas funcionan como nuevas armas de guerra. Pero el principio sigue intacto: cualquier nación que intente decidir su propio destino sin permiso de Washington será castigada. 

El imperio puede cambiar de rostro, pero no de instinto. Y en ese reflejo de violencia diplomática está el verdadero rostro de la “democracia” que exporta Estados Unidos. Jeremy Shepherd estadounidense, influencer experto en Geopolítica.

rfm/hnb

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